Heridos por el descubrimiento, puede que algunos de los lectores, bien
reales, como yo mismo, vuelvan a preguntarse, como se suele en tales
trances, obedientes, como reales que somos, al Futuro, ¿qué hacer con
esto?, ¿qué es lo que hay que hacer entonces? Por fortuna, esas
cansadas cadenas (idióticas, pero costituyentes] de la Ética o Moral
o regulación de la futura conducta de uno, es aquí bastante claro y
fácil sacudírselas de un golpe, con esta limpia disyuntiva:
si de lo que se trata es de realizarte (vivir tu vida, lograr tus
aspiraciones, tener éxito en tus amores o negocios, tener cubiertas
tus necesidades, asegurar tu porvenir, gozar del justo fruto de tus
trabajos, ser admiración o envidia de tus prójimos, salvar tu alma, o
de cualquier otra de las mil maneras en que suele decirse eso),
entonces la vía es clara y recta, y no tienes más que hacer lo que
está mandado: cuida de tu salud y mantente en forma; funda un hogar y
educa bien a tus hijos; mira al Estado como a padre justo y benévolo,
pensando que, aunque las cadenas te aprieten, peor sería si no las
hubiera; colócate y gana dinero, según tus facultades, y considera
que la Banca tiene su capital puesto en tus intereses; sé ambicioso y
audaz en tus empresas, pero o bien dentro de la Ley o bien, si hace
falta, según las leyes más sutiles que hay para burlar la Ley; si
estimas que el Estado y Capital que te han tocado son injustos,
esplotadores y perversos, lucha por cambiarlos, pero siempre de manera
positiva y realista, de modo que tu revuelta venga a dar, dentro de lo
posible, en un orden y porvenir más satisfactorios; disfruta de los
palacios, yates y aviones, o sencillamente del pisito, televisor y
zapatillas que la fortuna te haya repartido, pero no olvides atender,
si no a una Iglesia, a alguna guía espiritual que mantenga viva tu fe
en el sentido último de tu vida y la del mundo; y, sobre todo, mantén
siempre la fe en tí mismo, sin dejar que te invadan nunca las dudas de
qué estás haciendo aquí o de quién eres;
ahora, si no se trata de eso...
jueves, 7 de octubre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario